Expuse que, según mi parecer, la transparencia se podía abordar desde tres puntos de vista: el de los principios doctrinales o políticos, el del derecho positivo y del funcionamiento operativo de las administraciones. En relación con el primer punto de vista me basé en el reciente discurso, del 19 de junio, que el nuevo rey de España pronunció tras ser proclamado por las Cortes Generales. Si en uno de sus párrafos sustituimos simplemente las palabras "el Rey" y "la Corona" por "las administraciones de carreteras" encontramos perfectamente formulados cuáles deben ser los principios en los que se habrían de basar estas administraciones en sus relaciones con los ciudadanos:
"Las administraciones de carreteras deben buscar la cercanía con los ciudadanos, saber
ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza; y para ello, velar
por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una
conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función
institucional y a su responsabilidad social. Porque, sólo de esa manera, se
harán acreedoras de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus
funciones. Hoy, más que nunca, los ciudadanos demandan con toda la razón que los
principios morales y éticos inspiren -y la ejemplaridad presida- nuestra vida
pública. Y las administraciones de carreteras tienen que ser no sólo un referente
sino también un servidor de esa justa y legítima exigencia de todos los
ciudadanos."
Desde el punto de vista del derecho positivo, prácticamente me limité en la referida mesa redonda a leer el artículo 6.2 de la
Ley 19/2013, de 9 de diciembre, de transparencia, acceso a la información
pública y buen gobierno: “Las
Administraciones Públicas publicarán los planes y programas anuales y
plurianuales en los que se fijen objetivos concretos, así como las actividades,
medios y tiempo previsto para su consecución. Su grado de cumplimiento y
resultados deberán ser objeto de evaluación y publicación periódica junto con
los indicadores de medida y valoración, en la forma en que se determine por
cada Administración competente”.
Finalmente, expresé mi convencimiento, basado en las experiencias de otros países (en la propia Jornada de Asefma se presentó el caso del Estado de Texas), de que la transparencia y la libre disposición
de información redundarían inmediatamente en una mayor eficiencia de las
administraciones públicas responsables de la conservación y de la explotación
de las redes viarias.
Interesante articulo que ratifica la importancia de los principios y valores en las instituciones y su cumplimiento por los ciudadanos.
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