lunes, 15 de octubre de 2012

Corrupción y mala gestión

Hasta este momento parece que en España no se ha querido abordar la relación entre la deficiente conservación de los pavimentos y dos realidades no muy difíciles de demostrar: la mala gestión de las administraciones públicas (que no tiene que ver con la escasez de recursos) y la corrupción en los procesos de licitación, contratación y construcción de obras.

Llama la atención el que no se suela hacer mención de estas cosas. No insistiremos en lo de la corrupción, que es una de las razones que han precipitado la caída de la construcción y de la conservación viarias (si hay un "negocio" insostenible, por piramidal, ese es el de la corrupción). Pero entre las malas prácticas de gestión podríamos citar algunos ejemplos muy claros, y todos ellos suponen "desviación" de los fondos que podrían y deberían dedicarse a la conservación (¿también esto es corrupción?):

- Proliferación (en número y en su dotación presupuestaria) de los llamados contratos de conservación integral (contratos de servicios, que no de obra, para la explotación y conservación de las carreteras). Estos contratos sirven para mucho, y entre otras cosas son un buen instrumento para financiar partidos políticos.

- Proliferación de los llamados procesos de colaboración público-privada, en los que el riesgo de la parte privada es mínimo en la medida en que una buena parte de las contingencias las cubre la parte pública. Además, al contrario de lo que ocurre en otros países, aquí se permite que en esos procesos participen empresas constructoras (generalmente como socios mayoritarios de la parte privada), de manera que una vez realizada la obra (que es donde se obtienen pingües beneficios por como se llevan a cabo estas contrataciones) el partner privado empieza a decir que si las expropiaciones son más caras de lo previsto, que si el tráfico está bajando más de la cuenta, que si para equilibrar los resultados hay que obligarle a todo el mundo a pagar (aunque circule por carreteras que están a más de 500 km de la afectada), etc., etc.

- Proliferación de "entes" (GISA, GIASA, GICALSA y similares) que fueron creados con el pretexto de agilizar la gestión, pero cuyo objetivo es (desde el principio fue así, aunque muchos no lo quisieran ver) saltarse los controles a los que están sujetos las administraciones públicas (ahora ya no, pero, por ejemplo, durante años esos entes quedaban incluso fuera de la Ley de Contratos), y posibilitar un mejor dominio de la "situación" por los partidos políticos dominantes, pues al no haber funcionarios se pueden colocar en ellos a los parientes y a los afiliados (de CiU en Cataluña, del PSOE en Andalucía, del PP en Castilla y León, etc.).

En definitiva, habría que convencerse de que mientras no hagamos lo que tenemos que hacer (que se resume en examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de la enmienda, confesar los pecados y cumplir la penitencia) no saldremos de ésta por muchas vueltas que le demos.